El 27 de octubre, el Secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, presentó la estrategia de la Presidencia Española para América Latina ante los responsables de los principales think tanks españoles que trabajan sobre las relaciones de la Unión Europea y América Latina.

A la reunión fueron invitados, entre otros, los directores del Centro de Estudios para América Latina de la Fundación Carolina, del área internacional de la Fundación Alternativas, del Instituto Universitario Desarrollo y Cooperación de la Universidad Complutense, el director y el responsable del área de Desarrollo y Cooperación del Instituto Complutense de Estudios Internacionales,  la coordinadora del programa de América Latina de la Fundación CIDOB (Centro de Estudios Internacionales de Barcelona), diversos responsables de la Fundación Internacional y con Iberoamérica de la Administración y Políticas Públicas, la subdirectora de la revista Política Exterior, así como el director y el coordinador de investigación de COIBA.

Ámbitos prioritarios

En la presentación, De la Iglesia, expuso los cuatro ámbitos prioritarios de la estrategia española en la región. En el ámbito global, la asociación con la región para actuar conjuntamente en los foros multilaterales, mediante la coordinación de todas la Américas (incluyendo a EE UU y Canadá). En el ámbito regional, la conclusión de los acuerdos de libre comercio con el SICA, Mercosur y Perú y Colombia, con la posible incorporación a última hora de Ecuador, acuerdos que permitirán hacer operativo el Fondo de Solidaridad Birregional de la UE. En al ámbito bilateral, la relación inclusiva con todos los países de la región (con Cuba y los países del Caribe también), tomando como estratégicos a Brasil, México, Chile y Argentina. Finalmente, en el ámbito de la sociedad civil, la participación cada vez más activa en la asociación birregional estratégica de las autoridades locales, los think tanks (que celebrarán un primer encuentro en abril) y las ONGD.

En el debate se plantearon un gran número de interrogantes y aportes, entre los que merece destacar el encaje de Unasur en este proceso, la necesidad de no olvidar la agenda de cohesión social, la promoción que España debe hacer de la relación con México para elevar el nivel de interlocución del país en la región, y las oportunidades que se abren para que España lidere la nueva agenda europea de eficacia y eficiencia de la ayuda.